El Golden Retriever estuvo con la joven durante toda la carrera, cargaba sus cosas, le ayudaba a abrir las puertas, encender las luces y traer sus objetos. Pero lo más importante es la comodidad que Griffin le brindó, pues fue su apoyo emocional durante todo ese tiempo.
La escuela de Potsdam, Nueva York, honró Griffin y dijo que demostró “un esfuerzo extraordinario, un compromiso firme y una dedicación diligente al bienestar y al éxito estudiantil”.
“Él está entrenado para ayudarme a recuperar objetos, recogerlos cuando los suelto. Puede abrir la nevera, puede sacar cosas de la nevera, encender las luces, ayudarme a recuperar mi silla de ruedas” afirmó Brittany.